La búsqueda de la
tranquilidad, el descanso, la paz y la armonía interna tiene nombre en
la Provincia de Córdoba: Candonga. La imponencia de su paisaje y la
belleza indescriptible de su capilla es sin lugar a dudas, una de las
perlitas no sólo de las Sierras Chicas, sino de toda la Provincia.
Para llegar a este paraíso, se
circula por la Ruta Provincial E-53, desde el norte de la ciudad, hasta
llegar a la localidad El Manzano (a 40 km de la ciudad de Córdoba),
lugar en que se debe girar a la izquierda y se siguen 10 km por camino
de ripio hasta Candonga. El reposo, la belleza y el sosiego está
enclavado allí.
El ícono más reconocido de Candonga es su capilla, que en 1941 fue declarada Monumento Histórico Nacional y en diciembre del año 2000 la UNESCO la incluyó en el camino de las estancias y la Manzana Jesuítica como Patrimonio de la Humanidad. La capilla se compone de una pequeña nave y sacristía, y en el altar principal se venera a la Virgen del Rosario. La construcción y el trabajo netamente artesanal en el comulgatorio y en la imagen de la Virgen prueban la intervención de los aborígenes en la decoración.
Candonga está localizada muy cerca de lo que se conoce como el Antiguo Camino Real al Alto Perú y conforma un legado que representa el desarrollo comercial del siglo XVII y XVIII. La capilla forma parte de un casco de estancia llamado “Santa Gertrudis”, en la cual se desarrollan proyectos de protección natural y huertas orgánicas.
El lugar ofrece una gastronomía de primer nivel, en base a productos naturales extraídos de la propia estancia y cartas de vinos de su propia cava en un restaurante que combina servicio, infraestructura y un gran parque donde abunda la naturaleza.
La visita a Candonga es sólo una estación dentro de las Sierras Chicas. El visitante también tendrá la oportunidad de asistir a otras localidades. Por la misma ruta se accederá a la Reserva Hídrica Natural Parque La Quebrada, ubicada en Rio Ceballos, favorable para la práctica de deportes náuticos.
Desde la misma región se llega a la Ciudad de Jesús María, sede del Festival Nacional de la Doma y el Folclore y lugar donde se encuentra La Estancia Jesuítica de Jesús María. Aledaña a ella, Colonia Caroya con sus tradicionales delicatesen friulianas, tienta a los turistas a saborear el pasado italiano y a seguir visitando el legado jesuita.
Para los más sofisticados, Ascochinga, con su cancha de golf, la reliquia de la estancia La Paz, y la ineludible visita la Iglesia de Santa Catalina, muestra el valor histórico-cultural de la zona. Además la excelente infraestructura en hospedajes y gastronomía se conjugan para hacer de ella, otro paraíso serrano.
"Las Sierras chicas presentan un rosario de lugares, tan cercanos como diferentes. Cada uno con sus diferentes atractivos, invita a todos a recorrerlos. Las ofertas son múltiples y abarcativas para toda clase de turistas y edades que ven en la cercanía de esta región con la ciudad de Córdoba una de las principales ventaja para su fácil acceso."
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