Santa Rosa, el corazón del Valle de Calamuchita

Santa Rosa de Calamuchita es una ciudad situada a 96 km de la capital provincial, rodeada de sierras, es una de las plazas turísticas más convocantes dentro de la Provincia de Córdoba. Su río “Santa Rosa” atraviesa de punta a punta la ciudad, siendo el verano el principal atractivo. Sus balnearios, muchos de ellos devenidos en paradores, ofrecen a los turistas en plena playa servicios de bebidas, música, sillas, sillones y mesas.

 

A toda hora, Santa Rosa de Calamuchita brinda alguna actividad para realizar. Por las mañanas, cuando los rayos de sol anuncian la llegada de un nuevo día, es muy común ver a los turistas caminando, corriendo, o subiéndose a bicicletas alquiladas para recorrer sus míticos senderos. Por las noches los jóvenes y adultos dejan espacio al esparcimiento y a la diversión. Los boliches, confiterías y pubs se ven repletos de turistas compartiendo y disfrutando de bellos momentos.

Para los visitantes más aventureros, existen caminos en los que predominan los vados, arroyos, y otros obstáculos que pondrán en juego sus habilidades como exploradores de la naturaleza serrana. Existen senderos especiales, los cuales conducen a rincones inhóspitos y desconocidos, lugares especiales para travesías en cuatriciclos y vehículos 4 x 4.
Las plazas hoteleras son importantísimas en cuanto a las categorías y a la cantidad. Alojamientos tales como hosterías, residenciales, apart hotel y hostels brindaran a los recién llegados una cálida y hospitalaria bienvenida.

Mientras tanto los diferentes platos gastronómicos resultaran un deleite. Los sabores serranos se desarmarán en los paladares creando sensaciones placenteras e indescriptibles en palabras.
Las localidades aledañas al Valle son imponentes. La maravillosa Villa General Belgrano con su paisajes al estilo europeo, sus pinares frondosos y sus fiestas típicas son otro sello característico del Valle de Calamuchita. La Cumbrecita, el primer pueblo peatonal, invita los viajeros a recorrer el lago de truchas, la Cascada Grande y la Plaza del Ajedrez, además de los magníficos paisajes que alberga. Por último, El Durazno, con sus playas de arena blanca, sus aguas transparentes y su vegetación espesa provoca una relajación armónica y en contacto pleno con la naturaleza.

"El Valle Calamuchita es el lugar de todos. Su infraestructura es una de las mejores dentro de la Provincia, en consecuencia el verano como en el resto de las estaciones del año, los oriundos de la ciudad trabajan incansablemente para agasajar a los viajeros de la mejor manera posible."