La Cumbre, en su privilegiada ubicación, a 94 km de la ciudad capital,
permite observar sus senderos tupidos, sus calles pulcras y sus
ornamentaciones en madera que la llevan a considerarla como uno de los
lugares más distinguidos. En ella es posible ver numerosas casonas
pertenecientes, en sus orígenes a las familias de la alta sociedad
cordobesa, muchas de éstas, en la actualidad funcionan como hospedajes,
posadas y residencias familiares.
En la hotelería, las opciones son realmente excelentes: hoteles,
cabañas, posadas y bungalows, están disponibles para el confort de los
turistas. La gastronomía acompaña la distinción del lugar, los menues
gourmet basados en carnes, verduras y vinos fusionan sabores regionales e
internacionales de una manera delicada.
En lo que respecta a las actividades al aire libre, el auge del
parapente, el aladeltismo, el vuelo libre y la propia naturaleza
resultan el escenario propicio para las experiencias más puras e
inolvidables.
La Cumbre con su estilo y sofisticación regala a los turistas diversión,
riqueza cultural, práctica de deportes extremos como los tradicionales,
descanso, entorno natural, hospitalidad y amabilidad.
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